Los estudios de investigación clínica tienen como objetivo el avance y la mejora en las opciones de tratamiento de diversas afecciones, incluido el cáncer. Están diseñados para responder a preguntas sobre la seguridad, la eficacia y la tolerabilidad de posibles nuevos fármacos y tratamientos.
Se deben llevar a cabo estudios de investigación clínica antes de que se apruebe el uso de un nuevo fármaco o tratamiento y que esté disponible para el público.
Existen características frecuentes que deben tener las personas para participar en un estudio. Estas se denominan criterios de elegibilidad. Algunos criterios frecuentes son la edad, el género, los antecedentes médicos y otras afecciones médicas.
Ahora mismo, hay más de 400 000 estudios en curso en todo el mundo.1
Muchas enfermedades afectan a grupos de personas variados. Por esto, es importante que grupos de personas variados participen en las investigaciones. Distintos tipos de personas pueden responder de forma diferente a los tratamientos.
Nuestros estudios de investigación clínica deben ser inclusivos, con un acceso equitativo para pacientes, y reflejar las poblaciones a las que atendemos, ya que nuestro objetivo es ayudar a estas personas a vivir más y de forma más saludable. Garantizar la diversidad significa que podemos satisfacer mejor las necesidades de nuestros pacientes de hoy y del futuro. Nos comprometemos a investigar y aportar opciones de tratamiento para enfermedades que afectan a pacientes de todo el mundo, incluidos grupos de pacientes que históricamente han estado desatendidos. Estos estudios pueden ayudar a determinar si los tratamientos serán seguros y eficaces para el mayor número posible de personas.
