Cómo puede ayudar
Si uno de sus seres queridos recibió un diagnóstico de linfoma, no debería atravesar la experiencia en soledad.
Nunca es fácil enterarse que uno tiene linfoma. Las personas pueden sentir un remolino de emociones al recibir el diagnóstico inicial, y cuidar a un ser querido que tiene linfoma significa que usted sufre del cáncer a su lado. Es natural sentirse cansado, preocupado e incluso agobiado. En el caso de quienes tienen linfoma recidivante o resistente, la experiencia puede volver a traer todo el abanico de emociones que sintieron al recibir su primer diagnóstico. Estas emociones podrían ser más agobiantes la segunda vez, incluso si su ser querido sabe que existen opciones.